Me tiré con un pincel hacia el papel y puse escape

Los poemas tendrán vida y el solista te los vendrá a contar.

sábado, 12 de marzo de 2011

Oh capitán, mi capitán.

Días ajetreados. Lluviosos. Pero no malos. Un poco de todo. Reflexivos, quizás. Si, esa es la palabra. Y que mejor escenario para escribir estas cuatro tonterías que lo que se ve a través de mi ventana: Un callejón, la noche, una farola y lluvia. Todas las persianas bajadas, y el humo de alguna chimenea cercana. Muchas veces me pregunto cómo será la vida de los que nos rodean, de los que viven dentro de esas casas cerradas a cal y canto que veo a través del cristal. Odio bajar las persianas cuando llueve, de hecho nunca lo hago. –Se manchan los cristales… Exacto, se manchan, ¿Y qué? No existe mayor ilusión que ver como la gota que has elegido para perseguir con la mirada gana la carrera hasta desaparecer. Pero parece que son mucho más importantes otras cosas. Cosas más importantes que mirar al exterior, que disfrutar del olor a tierra mojada, o incluso a asfalto, y que escuchar las gotas caer una tras otra. Las PERSONAS siguen escondidas en sus casas, esperando a que termine de llover, para salir y seguir su ritmo de vida.

PERSONA. Creo que actualmente sería incapaz de definir esa palabra para que fuera correcta. Los diccionarios la definen como “individuo de la especie humana”, pero los individuos de la especie humana, sienten. Y eso a veces se nos olvida. Peleas. Gritos. Jaleo. Todo eso contraído en nuestras vidas, que es en la que estamos. Aquí. Ahora. En este mismo instante. Por tanto, respira hondo, y limítate a VIVIR. Menos complicaciones, menos parafernalia, menos canibalismo estúpido.

Y aún así, centramos nuestras vidas en discusiones que no llevan a ninguna parte. Y cuando muramos, nada de eso habrá servido. Simplemente, tú ya habrás desperdiciado tu vida. Tu vida como PERSONA.

No digo con esto, que todo aquel que luchó e incluso que murió por el bien de los demás no lo hiciera bien y desperdiciara su vida. Cuando hablo de discusiones, de conflictos, me refiero a pataletas, a gritos con aquellos a los que realmente quieres y no valoras lo suficiente, o simplemente con aquellos con los que tienes que convivir.

¿Por qué desperdiciar tu vida? Cuando sea tarde te darás cuenta de que has estado demasiado ocupado intentando crear la vida perfecta para ti, pero se te ha olvidado vivirla.

Vamos, aún estas a tiempo.

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jueves, 3 de marzo de 2011

Trátame y trátate, como debe de ser.

"Las mejores cualidades de nuestra naturaleza, como la flor de los frutales, sólo pueden preservarse con el tacto más delicado. Sin embargo, no nos tratamos a nosotros mismos ni a los demás con esa ternura” Eso dice Henry David Thoreau en “Walden (la vida en los bosques)”. Tiene mucha razón. Tiene tanta razón, que incluso me asusta. A estas alturas, a ésta edad, todos debemos de estar supuestamente educados. Enseñados. Enseñados a hablar y no gritar. O simplemente a hablar. A secas.

Es mucho mas fácil fingir que no ha pasado nada antes que hablar. ¡Claro que si! Pero después llegan las explosiones. Aquellas donde lo sueltas ABSOLUTAMENTE todo, y salen de tu boca PALABRAS. Palabras encendidas por la rabia. Pero aún así, aún siendo conscientes de esto, mas de uno se acomoda: ..-El tiempo lo cura todo. Pues yo creo que no.

Lo que tengas que decir, dilo. Me cuesta entenderlo. ¿Por qué no habláis las cosas? Quizá me repita pero, ¿Por qué convertir lo fácil en difícil? Últimamente me da la sensación de que todo el mundo lo hace. Será porque lo difícil da más que hablar. Pues entonces no te quejes. Es mucho mejor ver las cosas como son, no hacen falta enredos, solo objetividad de la que mas de uno carece por decisión propia.

Todo está en ti mismo, en nadie más. Las cosas, mas fáciles o más difíciles, irán como y solo quieras que vayan. TODO depende ti, como ver las cosas, como aceptarlas.

Eso sí, cuando hablo de simpleza, no me refiero a la importancia que pueda tener algo. Puedes tener un problema, que en sí, sea complicado. O más fácil, verlo tal y como es. Apartando suposiciones y toda clase de enredo. Pero claro, otra vez, depende de ti.

Sonríe, chico.

“Tres de azúcar en el café, la vida ya es bastante amarga”