Me tiré con un pincel hacia el papel y puse escape

Los poemas tendrán vida y el solista te los vendrá a contar.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

Tráfico en mí.


Tranquilidad. Tran-qui-li-dad. No creo que sea tan difícil de comprender. No hay necesidad de convertir lo fácil en difícil. Con lo sencillo que sería SER y punto.
Me agobia el sentirme analizada continuamente.

Fin. Ya vale. Me siento como quiero. ¿Qué más da? Es muy fácil dejar a la gente tranquila, incluso a ti mismo. La necesidad de pensarlo todo, de reflexionarlo todo, a veces, me asfixia. El medir mis comportamientos con papel milimetrado, pendiente de si estoy respirando de la forma correcta.

Evadirme por un momento, y soñar. Soñar que estoy libre de culpas, de responsabilidades. Pero cuando despierto, miles de ojos vuelven a dedicarme su mirada, y veo reflejado en ellos todo lo que esperan de mí. Otra vez todo se complica. Vive, y lo que tenga que ser será.
No tengo la necesidad de intentar predecir mí futuro.
No quiero verme en 5 años, no quiero verme ni en 5 minutos.

¿Por qué tenemos que pasar exámenes continuamente? Exámenes de conocimiento, de comportamiento, de capacidad. ¿Estás preparado? ¿Lo estás? ¿Lo estás? Estoy y ya está. Estoy aquí, y como tenga que ser, será.

Cerraré los ojos cuando ME APETEZCA, y sonreiré. Seré feliz.

“Contra toda vuestra presión, ilusión e imaginación”